Los inmensos Alpes son, sin duda, la principal imagen de Suiza, pero el país europeo es mucho más que un lugar donde esquiar. La naturaleza es exuberante, con glaciares, pantanos y multitud de senderos para caminar o pasear en bicicleta, pero también las ciudades tienen su encanto.
El Matterhorn (Cervino en italiano) es, sin duda, una de las grandes atracciones de los Alpes suizos, con sus 4478 m. En sus alrededores, abundan las estaciones de esquí, que son el deporte rey del país.
Si eres amante del vino, el distrito de Riviera debe estar apuntado en tu plan de viaje a Suiza. Encontrarás multitud de viñedos junto al lago Lemán, también conocido como de Ginebra, en la zona de Lavaux.
Berna no es la ciudad más poblada ni la más famosa de Suiza, pero el casco antiguo de la capital es único gracias a sus iglesias, murallas y torres medievales.
La espectacular naturaleza suiza llega a su punto álgido en el parque nacional Suizo, situado en la zona este del país. Es la única zona reservada de todo el territorio helvético.
Debes aprovechar para conocer los pueblos antiguos del cantón de los Grisones, donde hay edificios que datan del siglo XII y en el que se mantiene viva la cultura y el idioma romanche.
Si quieres esquiar, la mejor opción es viajar entre diciembre y marzo. Si viajas a las ciudades, es aconsejable hacerlo entre junio y septiembre, cuando la temperatura es más cálida (entre 20 y 25 °C).
Suiza es un país signatario del Acuerdo de Schengen, por lo que todos los ciudadanos de la Unión Europea pueden cruzar sus fronteras sin problemas y sin necesidad de visado.
Los aeropuertos de Zúrich y de Ginebra son los principales, ambos con vuelos directos a trece ciudades españolas, entre ellas, Madrid y Barcelona. La aerolínea de bajo coste easyJet opera en el aeropuerto de Basilea y ofrece vuelos a una decena de ciudades españolas.
Suiza es uno de los países europeos con mejores conexiones ferroviarias. Para llegar desde España, una buena alternativa es utilizar la conexión franco-suiza con escala en Lyon.
El coche es una alternativa viable para viajar desde España a Suiza, ya que el trayecto de Barcelona a la frontera sur del país helvético es de unas 8 h. En el camino, encontrarás varios peajes, con un precio de unos 80 €.
El autobús es la opción más económica, aunque debes estar preparado para un largo recorrido. Desde Barcelona, salen autobuses a Ginebra que tardan alrededor de 12 h y que tienen un precio de unos 33 CHF (30 EUR).
Suiza es relativamente caro, pero, por suerte, en el país se fomenta el uso de los albergues y los hostales, que son la mejor la mejor opción para alojarse.
En todas las ciudades hay tranvías y autobuses públicos. Si bien no son baratos, a una media de 2,50 CHF (unos 2,30 EUR) el billete, se puede adquirir la tarjeta "halb-tax", que permite un descuento.
Suiza ha potenciado el uso del tren, ya sean regionales (con parada en cada estación), RegioExpress (paradas principales) o de largo recorrido, como los TGV del sur del país o los ICE, en el norte.
Si quieres viajar en autobús por Suiza, es recomendable comprar el Swiss Pass, que permite usarlo de forma ilimitada durante cuatro días por un precio de unos 250 CHF (226 EUR, más o menos).
Suiza es un buen lugar para realizar un "road trip" (viaje por carretera). Si viajas con tu propio vehículo, debes comprar una tarjeta que permite circular por todas las autopistas del país y que presenta un precio de unos 40 CHF (aproximadamente, 35 EUR).
Al ser un país pequeño, el avión solo es aconsejable para conectar las ciudades más alejadas, como Zúrich y Ginebra. El trayecto es de unos 45 min y el precio ronda los 140 CHF (unos 125 EUR).
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Suiza es uno de los países más caros del mundo, por lo que debes estar dispuesto a pagar unos 25 CHF (22,50 EUR) por una pizza u 8 CHF (7,25 EUR) por una cerveza. Puedes pagar con tarjetas de crédito y débito, por lo que no debes preocuparte por el efectivo.